Venecia en un día.

Venecia en tres días
Tres días sería la visita casi ideal para explorar de una forma razonablemente completa la ciudad. Como siempre hago en mis viajes, lo primero que recomiendo es empezar con una caminata de reconocimiento de la ciudad (ver en el punto anterior los consejos para Venecia en un día).
Día Uno
El primer día en mi caso lo prefiero distendido, y así lo recomiendo: un paseo sin itinerario fijo dejando que la ciudad nos sorprenda. De hecho es una ciudad para descubrir no sólo en sus puntos más famosos y fotografiados, sino sobre todo en aquellos rincones desolados (porque aún en una ciudad de enorme peso turístico, se pueden descubrir pasajes, o zonas que hay pocos visitantes) y donde se respiran aires “de otros tiempos”: es posible encontrar casas con ropa colgada como guirnaldas entre ventanas, o ancianos sentados viendo la vida o los turistas pasar, algo así como una Venecia más auténtica. Pero también será encantador caminar en torno al Gran Canal, rechazar ofertas de paseos en góndola (si es que no queremos alterar nuestro presupuesto), o aceptarlas, y perdernos por los canales.
A la visita a la Basílica de San Marcos, la obra maestra de influencia bizantina (preferiblemente en la mañana) podríamos sumar un ascenso a la torre del campanario, también en el corazón de Venecia en la misma Plaza de San Marcos. Desde allí tendremos una vista hacia la isla principal de Venecia (donde notaremos pronto que sobre la ciudad sobresalen cantidad de campanarios hacia todos los puntos cardinales e islas, torres de decenas de iglesias que en días siguientes iremos descubriendo caminando la ciudad). Por la noche, podríamos salir nuevamente a “perdernos” (por aquello de que la ciudad es un laberinto), hasta encontrar un restaurante con encanto junto a algún canal donde cenar.
Día Dos.
Podríamos empezar por aprovechar la mañana visitando el Palacio Ducal (abierto todos los días desde las 8:30 hasta las 16:30). Sobre la misma plaza principal que ya habremos caminado varias veces, se encuentra uno de los palacios más emblemáticos de la ciudad. La razón para visitar el Ducal es que así entenderemos la opulencia y el esplendor de los mejores tiempos de Venecia. El palacio tiene unos diez siglos de historia, fue reformado y ampliado varias veces como sede del gobierno y las magistraturas por varios siglos. En el interior podremos recorrer los espacios lujosos en donde también se exhiben obras de arte, mientras que en el exterior, notaremos como el palacio cambia de tonalidades (del rosado al blanco) según las horas del día.
Por la tarde bien podríamos salirnos por primera vez del conjunto de islas principales de la ciudad, para una visita a la isla de Murano (una de las más importantes de la laguna). Está a solo un kilómetro de la propia ciudad de Venecia, y aunque tal vez no necesite presentación, es famosa sobre todo por su artesanía en vidrio, como una marca registrada de calidad en la producción de lámparas, copas, o adornos. En realidad es otra “pequeña Venecia”, porque también son varias islas unidas por puentes y separadas por canales pequeños. En Murano hay un museo del cristal (Museo del Vetro), iglesias históricas, tiendas, y restaurantes. Todo es ideal para completar una tarde o hasta cenar allí terminando nuestro segundo día.
Día Tres.
Hasta las 19 horas tendremos tiempo de visitar la Galería de la Academia de Venecia (Gallerie dell’Accademia), nada menos que uno de las mejores colecciones de arte italiano, y una de las atracciones turísticas más recomendables de la ciudad. A través del arte podremos entender también la dimensión de la ciudad de Venecia, la historia y el poder que se asentaba en este punto del mapa. Se exhiben obras maestras de la pintura veneciana, con autores que incluyen a Leonardo Da Vinci, Tintoretto o Tiziano, entre tantos. Por la tarde podríamos visitar la isla de Lido (donde se realiza el Festival de Cine de Venecia, con extensas playas para refrescarse en verano mirando al Adriático). Otra opción sería visitar zonas de la ciudad como el área de Dorsoduro (donde hay galerías de arte, palacios imponentes y lujosos, convertidos en museo como el Ca’ Rezzonico).
Venecia en Cinco Días.
Día Cuatro
Aquí empieza la parte que también me entusiasma, porque más allá de lo imperdible y tradicional (que ya hemos visto en los primeros tres días), se despliega una variedad de opciones y propuestas. Por ejemplo, si lo nuestro es el arte, podríamos (o deberíamos) visitar el Museo Guggenheim de Venecia, una de las mejores colecciones de arte moderno de Europa. También sería interesante abordar el perfil más curioso y a veces no tan conocido de la ciudad. En el blog ya detallamos 7 lugares curiosos que tal vez no esperarías encontrar en Venecia. Por ejemplo, fuera de las islas principales se encuentra la isla de Burano, una colección de casas de fachadas coloridas y canales que no pueden ser más encantadoras y fotogénicas. Se despliega la oportunidad de conocer la fastuosa casa de Ópera La Fenice, o llegar hasta una librería curiosa por estar preparada a prueba de inundaciones (con el acqua alta), o también escaparnos a la isla de Torcello para conocer los orígenes de Venecia.
Día Cinco.
Y aún Venecia está lleno de rincones curiosos para seguir indagando en sus detalles. Por ejemplo, el Café Florian en la misma Piazza San Marcos es el café más antiguo del mundo abierto sin interrupciones desde 1720, y bien merece hacer una pausa en algunas de nuestras caminatas. Otra sugerencia recomendada es cruzarnos hasta la isla de San Giorgio Maggiore, a unos pocos minutos al sur de las islas principales. Ocupada desde tiempos romanos, allí encontraremos las construcciones de un monasterio benedictino junto a la famosa Basílica de San Giorgio Maggiore, erigida en el año 1566. Y a riesgo de agregar días, más ideas: visitar el interior de la Basílica de Santa María dei Frari, una de las más imponentes por sus dimensiones de Venecia. O simplemente, completar algunas de las sugerencias de días anteriores que nos quedaron inconclusas. Cinco días en Venecia será una visión completa, relajada y distendida en la ciudad, casi la visita ideal recomendada.